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A los muertos no les importa cómo son sus funerales
La frase «A los muertos no les importa cómo son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos.» del dramaturgo griego Eurípides hace referencia a que los difuntos ya no tienen ninguna necesidad material, por lo que organizarles funerales ostentosos responde únicamente al deseo de los vivos de aparentar poder y estatus.
Significado de la frase
La primera parte de la cita, «A los muertos no les importa cómo son sus funerales» indica que una persona fallecida ya no tiene ningún interés ni necesidad con respecto a lo material. Al morir, se desprenden de todos los apegos terrenales, por lo que la forma en que se lleve a cabo su funeral les es indiferente.
La segunda parte, «Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos» señala que en realidad, los funerales fastuosos y lujosos no honran al difunto, sino que cumplen con los deseos de ostentación y estatus de los familiares y amigos que siguen con vida.
En conjunto, la frase critica la hipocresía de hacer grandes demostraciones de duelo a través de ritos y ceremonias elaboradas, cuando en realidad lo que se busca es aparentar poderío económico y social.
Uso de la frase en contextos funerarios
Esta cita de Eurípides cobra especial relevancia cuando se habla de las pompas fúnebres y los funerales suntuosos que se organizan para personas de la realeza, personalidades famosas o individuos pertenecientes a sectores acomodados.
No es raro que para este tipo de individuos se realicen honras fúnebres extraordinariamente costosas y elaboradas: carrozas fúnebres enjoyadas, ceremonias televisadas a nivel nacional, gigantescos arreglos florales, servicios funerarios con cientos de invitados, etc.
Sin embargo, la frase de Eurípides invita a reflexionar que el difunto ya no puede disfrutar ni apreciar tales despliegues de grandeza. El lujo y la ostentación de los funerales suntuosos no son para honrar genuinamente a la persona fallecida, sino para que los vivos demuestren su poderío económico y estatus.
Incluso en algunas culturas, como la egipcia de las grandes pirámides y tesoros mortuorios, se creía que enterrando al difunto con grandes riquezas se aseguraba su comfortable tránsito al más allá. Pero como señala Eurípides, una vez muerto no se tienen necesidades materiales.
En definitiva, la cita invita a reflexionar sobre la vanidad y superficialidad que rodea a muchos ritos funerarios, y quizás decantarse mejor por exequias más sencillas, sinceras e íntimas.