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Apoyar a los deudos en momentos de pérdida
La muerte de un ser querido es uno de los momentos más difíciles que enfrentamos en la vida. El dolor que produce una pérdida así es profundo e inmenso, va más allá de lo que las palabras pueden expresar. En esos momentos de aflicción, el apoyo de familiares y amigos es fundamental para sobrellevar el duelo.
Durante un funeral, es común escuchar frases como «El dolor que sientes es inmenso, pero quiero que sepas que no estás enfrentando este momento solo». Esta es una muestra de solidaridad y empatía hacia los deudos, para hacerles saber que cuentan con personas dispuestas a acompañarlos en el proceso de duelo.
El objetivo de utilizar estas palabras en un funeral es:
Reconocer la magnitud del dolor ante la pérdida. Decir «el dolor que sientes es inmenso» valida la intensidad de los sentimientos del deudo, sin intentar minimizarlos o quitarles importancia.
Transmitir apoyo incondicional. Asegurar que la persona no está sola envía el mensaje de que se puede contar con la presencia y ayuda de otros durante este difícil trance.
Incentivar la expresión de sentimientos. Esta frase brinda un espacio seguro para que el enlutado exprese su pena sabiendo que será comprendido y contenido.
Romper el aislamiento. Muchas veces el dolor conduce al aislamiento. Recordarle a los deudos que no están solos los ayuda a mantenerse conectados.
Dar esperanza. Aunque el sufrimiento sea inmenso, el acompañamiento de otros durante el proceso infunde ánimo y esperanza para soportar lo que viene.
Algunas recomendaciones para brindar apoyo a los deudos son:
Estar presente, más allá de las palabras. La compañía silenciosa también es elocuente. Tomar la mano o abrazar al enlutado puede reconfortarlo.
Evitar frases hechas o consejos simplistas como «ten fe» o «sea fuerte». Lo que el deudo necesita es ser escuchado y entendido.
Escuchar de manera activa y con empatía cuando la persona quiera hablar de la persona fallecida o expresar sus emociones.
Reconocer que cada duelo es único y respetar el proceso y tiempos de cada persona. No juzgar ni intentar cambiar cómo el enlutado siente su pérdida.
Ofrecer ayuda práctica con diligencias, cuidado de niños u otras tareas para aliviar la carga durante el duelo.
Mantener el contacto en las semanas y meses posteriores al funeral cuando baja el apoyo, pero persiste la ausencia del ser querido.
En momentos de dolor profundo como la muerte de un ser amado, pequeñas muestras de empatía pueden significar mucho para aliviar la carga. Frases como «no estás solo» abren la puerta para brindar ese indispensable apoyo emocional.