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El Que Por Su Gusto Muere Hasta La Muerte Le Sabe
Esta frase hace referencia a que aquel que muere por causas derivadas de sus acciones o decisiones, es consciente de las consecuencias. Se utiliza cuando alguien fallece por causas evitables, si la persona hubiera actuado de otra manera.
Por ejemplo, se emplea esta frase en el funeral de alguien que ha fallecido en un accidente de tráfico provocado por exceso de velocidad. La persona era consciente del riesgo de conducir de esa manera, pero aun así lo hizo y eso le llevó a la muerte.
En ese caso, el que por su gusto muere hasta la muerte le sabe, significa que la persona sabía que conducir tan rápido podía acabar mal, pero aún así decidió hacerlo por gusto propio y al final encontró la muerte. Era consciente de que jugaba con fuego y se acabó quemando, por decirlo de algún modo.
Otro ejemplo podría ser en la muerte por sobredosis de alguna sustancia adictiva. La persona era conocedora del daño que se estaba causando al consumir en exceso, pero continuó haciéndolo guiada por su adicción y al final le llegó la muerte. Ahí también cabe decir «el que por su gusto muere hasta la muerte le sabe», en el sentido de que era consciente del riesgo pero no fue capaz de evitarlo.
Por tanto, esta frase transmite que aquellos que mueren por decisones voluntarias que saben que son peligrosas, son en cierto modo responsables de su destino, pues eran conocedores de las posibles consecuencias fatales. No se trata de una muerte imprevista, sino derivada de la persistencia en una conducta de riesgo.
La frase se utiliza en los funerales para recordar que hay acciones que pueden acarrearnos graves consecuencias, y que debemos tener cuidado en nuestras decisiones y evitar conductas peligrosas, para no encontrarnos en la misma situación de aquel que por su gusto muere.