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¿Qué es la muerte si aún no conocemos la vida?
La muerte es quizás el mayor misterio al que nos enfrentamos los seres humanos. A lo largo de la historia, filósofos, pensadores y religiosos han reflexionado sobre su significado, buscando comprender esa transición que, tarde o temprano, todos experimentaremos.
En ese contexto, la frase del filósofo chino Confucio nos invita a cuestionarnos: «¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿cómo puede inquietarnos conocer la esencia de la muerte?». Una pregunta profunda que puede resonar hondo cuando nos encontramos ante la pérdida de un ser querido.
La incertidumbre ante la muerte
La muerte despierta en nosotros una gran incertidumbre. Nos enfrenta a lo desconocido y genera angustia no saber qué ocurrirá tras el último suspiro. ¿Existe algo más allá? ¿Reencontraremos a nuestros seres queridos? Son interrogantes ante los que la ciencia no tiene respuesta.
Por ello, ante un funeral las palabras de Confucio cobran especial relevancia. Nos recuerdan que no tenemos certezas sobre la muerte, del mismo modo que tampoco las tenemos sobre muchos aspectos de la vida.
Vivir el presente
La frase del filósofo nos invita a centrarnos en el ahora, en vivir el presente. Si no conocemos la esencia de la muerte, poco sentido tiene angustiarse por ella.
Lo importante es apreciar cada instante, valorar a las personas que tenemos cerca y hacer el bien mientras estemos vivos. Como decía Confucio: «El sabio no se preocupa por el pasado, no espera ansiosamente el futuro. El pasado ya no existe. El futuro aún no ha llegado. Pero el presente es todo lo que tenemos. Hay que sacarle el máximo provecho».
Recordar con amor
Ante la muerte de un ser querido, Confucio también nos recuerda que lo importante es atesorar los buenos recuerdos. Centrarnos en lo vivido, en los momentos compartidos. Recordar con amor a esa persona especial sin obsesionarnos en tratar de comprender lo incomprensible.
Los rituales funerarios sirven precisamente para eso: para honrar y despedir a quien se marchó rodeados del afecto de los vivos.
Aceptar el ciclo de la vida
La muerte es parte del ciclo natural de la vida. Como escribió el poeta Pablo Neruda: «Morir es descansar de las pequeñeces, de nuestras ansias, de nuestros afanes». Ante una pérdida, Confucio nos invita a aceptar con serenidad que la muerte es tan solo una etapa más en el camino.
Si no conocemos la esencia de la vida, mal podemos entender la muerte. Lo importante es vivir con plenitud y gratitud cada momento. Y cuando llegue la hora de partir, hacerlo en paz tras una vida bien vivida. Ese es quizás el mejor legado.