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¿Por qué no salir de esta vida como sale de un banquete el convidado harto?
Esta célebre frase del poeta y filósofo romano Lucrecio hace referencia a la muerte como un proceso natural que no debe temerse, sino aceptarse con serenidad, al igual que cuando uno se retira saciado después de un gran banquete.
Se trata de una analogía poética muy apropiada para su uso en epitafios y ritos funerarios, ya que transmite un mensaje de paz y conformidad ante la partida de un ser querido. Reinterpreta la muerte no como un fin trágico, sino como el término de una vida bien vivida.
La cita completa en latín es: «Cur non ut plenus vitae conviva recedis?», que significa «¿Por qué no te retiras de la vida como un convidado saciado?». Fue incluida por Lucrecio en su extenso poema filosófico De rerum natura, escrito en el siglo I a.C.
El contexto de la frase
Para Lucrecio, el miedo irracional a la muerte (tanatofobia) es fuente de mucho sufrimiento y angustia para el ser humano. Como filósofo atomista y materialista, consideraba que el alma se extingue junto con el cuerpo, y que por tanto no hay nada que temer tras la muerte.
En ese contexto, la frase cobra sentido como una exhortación a disfrutar plenamente de la vida sin angustiarse por su fin. Cuando la vida llega a su término de forma natural, debe aceptarse con la misma satisfacción que cuando uno abandona saciado un gran banquete.
Uso en ritos funerarios
Gracias a su belleza poética y a su mensaje reconfortante, la frase de Lucrecio se ha utilizado profusamente en epitafios y ceremonias fúnebres a lo largo de los siglos.
Aparece con frecuencia en lápidas de tumbas, recordando a los dolientes que el fin de la vida es tan natural como terminar una gran comida. Transmite un sentido de plenitud y conformidad con uno mismo y con la propia existencia.
También se utiliza en panegíricos y elogios fúnebres dedicados al difunto. Permite enfatizar que la persona fallecida vivió intensamente y que es hora de despedirse, así como uno se retira en paz tras disfrutar de una cena memorable en compañía de amigos.
Ventajas de usar esta frase
Entre las principales ventajas del uso de esta cita en funerales destacan:
Ofrece consuelo ante la pérdida, al presentar la muerte como algo natural.
Transmite paz y serenidad, no dolor o tragedia.
Celebra la vida del difunto, no solo su muerte.
Evoca gratos recuerdos de momentos compartidos en vida.
Universal: su belleza poética la hace apropiada para cualquier persona.
Posibles inconvenientes
Los posibles inconvenientes podrían ser:
Algunos podrían considerarla frívola o inapropiada si se utiliza en el funeral de alguien que murió trágicamente o muy joven.
Las personas muy religiosas podrían preferir citas más espirituales sobre la vida eterna.
Si se usa en exceso, podría volverse un cliché y perder parte de su efecto.
Preguntas frecuentes
Preguntas frecuentes sobre el uso de esta frase en funerales
¿Es apropiada para cualquier tipo de funeral?
¿Se puede usar en una lápida?
¿Es obligatorio citar al autor, Lucrecio?
Como vemos, esta bella analogía de Lucrecio sobre abandonar la vida como un banquete satisfactorio es muy apropiada para infundir serenidad y celebrar la plenitud de la existencia en funerales y ritos de despedida. Su larga historia de uso la convierte en una cita elegante y reconfortante cuando llega el momento de decir adiós.