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Que su alma descanse en paz. Creo firmemente en que Dios lo aceptará con los brazos abiertos por todo el bien que hizo mientras estuvo con vida en esta tierra
La frase «Que su alma descanse en paz. Creo firmemente en que Dios lo aceptará con los brazos abiertos por todo el bien que hizo mientras estuvo con vida en esta tierra» es comúnmente utilizada en contextos funerarios para expresar condolencias y deseos de tranquilidad en la otra vida para el difunto.
Significado de la frase
La primera parte «Que su alma descanse en paz» es la más conocida y utilizada para despedir a un ser querido fallecido. Expresa el deseo de que el alma de la persona encuentre paz y descanso eterno. Refleja la creencia de que existe vida después de la muerte.
La segunda parte «Creo firmemente en que Dios lo aceptará con los brazos abiertos por todo el bien que hizo mientras estuvo con vida en esta tierra» complementa ese deseo de tranquilidad en la otra vida. Afirma la fe en que Dios recibirá esa alma con beneplácito y recompensará las buenas acciones que hizo esa persona mientras vivía.
Es una frase que transmite consuelo a los familiares y amigos ante la pérdida. Les recuerda que su ser querido ahora descansa en paz en el más allá y que ha sido premiado por sus buenas obras en vida con la aceptación divina.
Uso de la frase en funerales
Esta frase se utiliza principalmente en los siguientes momentos de un funeral:
En las esquelas publicadas en los periódicos anunciando el fallecimiento. Suele ponerse al final junto con la firma de la familia.
En los recordatorios repartidos entre los asistentes al funeral con la imagen del difunto y la fecha de su nacimiento y muerte.
En los discursos y palabras dedicadas al fallecido durante la ceremonia, como parte de la despedida a sus restos mortales.
En las lápidas y epitafios grabados en su tumba o lugar de descanso final. Para expresar ese deseo perpetuo de tranquilidad para su alma.
En las condolencias y muestras de apoyo enviadas a la familia del difunto. Ya sea en tarjetas, llamadas, mensajes o encuentros personales.
En los obituarios que se publican en medios de comunicación informando del fallecimiento de una persona reconocida y destacada.
Es una frase que por su significado reconfortante se ha convertido en la fórmula habitual de despedida en los funerales. Especialmente cuando se trata de personas mayores que han vivido una vida considerada plena y virtuosa.
Algunos ejemplos de uso
«Nuestro más sentido pésame por el fallecimiento de su abuela. Que su alma descanse en paz. Creo firmemente en que Dios la aceptará con los brazos abiertos por todo el bien que hizo mientras estuvo con vida en esta tierra».
«Hoy despedimos a un gran hombre, un padre ejemplar y un amigo generoso. Que su alma descanse en paz. Creo firmemente en que Dios lo aceptará con los brazos abiertos por todo el bien que hizo mientras estuvo con vida en esta tierra. Nunca olvidaremos tu sonrisa».
«Que su alma descanse en paz. Creo firmemente en que Dios la aceptará con los brazos abiertos por todo el bien que hizo mientras estuvo con vida en esta tierra. Su bondad y alegría permanecerá siempre en nuestros corazones».
Como vemos, es una frase que transmite un mensaje de fe, esperanza y agradecimiento ante la muerte de un ser querido. Por ello se ha convertido en la despedida habitual en los funerales para honrar su vida y memoria.