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Es Más Fácil Soportar La Muerte Sin Pensar En Ella
La muerte es un tema que inquieta e intimida a muchas personas. Pensar en nuestra propia mortalidad puede resultar profundamente angustiante. Ante esta realidad, el filósofo francés Blaise Pascal ofreció una reflexión que puede ayudarnos a sobrellevar la idea de la muerte: «Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar el pensamiento de la muerte».
Esta frase cobra especial relevancia en el contexto de los funerales y ritos fúnebres. Cuando perdemos a un ser querido, es natural que pensemos en nuestra propia muerte y en lo efímero de la vida. Sin embargo, Pascal parece sugerir que es mejor vivir sin obsesionarnos demasiado con ese final inevitable.
No pensar continuamente en la muerte no significa negarla o ignorarla por completo. Más bien se trata de no dejar que el miedo y la angustia ante ella nos paralicen e impidan disfrutar plenamente de la vida. Aceptar la mortalidad como parte de la existencia humana, pero manteniendo la esperanza, la ilusión y el compromiso con cada día.
Los rituales funerarios cumplen una función esencial en este sentido. Nos permiten elaborar el duelo, homenajear al difunto y encontrar un cierto consuelo. Son una forma de lidiar con esa pérdida irreparable, mitigando en parte el sufrimiento.
En el momento de dar el último adiós a un ser amado, la compañía de familiares y amigos también aporta fortaleza y sosiego. Nos sentimos reconfortados y acompañados, en un contexto de profunda tristeza.
Pascal tiene razón cuando afirma que soportar la idea obsesiva de la muerte genera una gran angustia. Probablemente sea más llevadero centrarnos en vivir con sentido, aprovechando el ahora. La muerte llegará inexorablemente para todos, pero mientras tanto, podemos llenar nuestras vidas de amor, esperanza y propósito.
En los funerales, ver a los dolientes recordando anécdotas y cualidades del fallecido, reconforta. Nos recuerda que, aunque la vida es breve, bien vivida merece la pena. El ser querido continuará presente de algún modo en la memoria y el corazón de sus allegados.
Pascal tenía razón: es mejor centrarse en el presente y no angustiarse en exceso pensando en lo efímero de la existencia. Los ritos funerarios nos ayudan a despedirnos, superar el duelo y seguir adelante. La muerte es parte de la vida, pero no debería ser un pensamiento paralizante y angustiante, sino la invitación a disfrutar y dar sentido a cada instante.